Cómo limpiar una chimenea
Uno de los momentos más especiales que hay cuando llega el frío es colocarse al lado de una chimenea encendida y tomar un café o leer un buen libro. Para disfrutar de este momento tienes que saber que la chimenea tiene que estar limpia antes de encenderla. Cuando pasamos de una temporada a otra es muy probable que la suciedad se haya acumulado y con el paso del tiempo los conductos pueden dañarse. Continúa leyendo y descubre cómo limpiar una chimenea de forma sencilla y sin contratar ningún servicio
Materiales que necesitas para limpiar la chimenea
El único gasto que vas a tener que hacer es adquirir los materiales. Piensa que este paso puede requerir esfuerzo en un principio, pero los materiales que adquieras te servirán para limpiar la chimenea más de una vez por lo que lo amortizarás.
Cepillo deshollinador
Linterna
Escoba y recogedor
Gafas protectoras
Guantes
Sacos deshollinadores
Con qué frecuencia limpio la chimenea
Podrás imaginar que la frecuencia de limpieza de una chimenea es también importante a la hora de mantenerla en perfectas condiciones. Cuanto menos tiempo dejes entre limpieza y limpieza más evitarás que se acumule demasiado hollín y sea cada vez más difícil de quitar.
La frecuencia de limpieza depende también del uso que le des a tu chimenea. Si por ejemplo solo le das uso durante la época de frío, te recomendamos que limpies la chimenea al menos una vez por semana. De este factor dependerá el número de bolsas deshollinadoras de las que deberás disponer en tu casa.
Cómo limpiar la chimenea
Limpiar la chimenea utilizando las bolsas deshollinadoras es quizás el método más cómodo y rápido. Al quemar ciertos productos se genera una reacción química que acaba con los residuos que se han adherido a las paredes de los conductos. Los pasos para llevar a cabo este método son los siguientes. Enciende la chimenea previamente durante al menos 30 minutos. Una vez caldeados los conductos de la chimenea, añade al fuego las bolsas deshollinadoras y deja que se quemen para que se produzca la reacción. Si es necesaria repetir el proceso te recomendamos que esperes al menos 24 horas.
Para limpiar la parte exterior de la chimenea, es decir, la más accesible, ten en cuenta los siguientes tips:
- Para limpiar los ladrillos será suficiente con hacerlo con un cepillo rígido y agua. Un truco para eliminar las manchas más difíciles es mezclar agua con vinagre de vino, será un visto y no visto.
- Para limpiar el embellecedor de la chimenea puedes utilizar un cepillo o aspiradora. Si haces esto periódicamente evitarás que en un momento dado la suciedad se acumule más de la cuenta.
- El hollín se irá fácilmente con un paño húmedo. Si las manchas son muy resistentes prepara una solución líquida de agua y amoniaco a parte iguales. Aplica siempre esta solución con un spray.
- Para limpieza de manchas más resistentes y adheridas a la chimenea, utiliza un cepillo de metal o productos específicos químicos, como ya hemos comentado al inicio de este punto.
Ahora que ya sabes cómo limpiar una chimenea, llegando a los rincones más recónditos de la misma, no tienes excusa para mantenerla limpia y perfecta en cualquier época del año.
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